La sangre fluía como pequeños riachuelos de agua que caen por la ladera de la montaña, sin embargo, en esta ocasión no era una montaña, si no mi cuerpo. El suelo se empezaba a teñir de rojo y mis ojos se nublaban de forma que apenas podía percibir la luz o el color, un negro que se iba intensificando cada vez más. ¿Es momento ahora de preocuparse por los demás? ¿Quién merece la misericordia en este momento? Amigos, ¿cuál es el significado exacto de esa palabra? ¿Qué quiere decir que una persona es tu amiga? ¿Qué es la confianza? ¿Qué es el cariño? ¿Cómo se siente estar enamorado? Todo esto da igual, pues cuando a la sangre le ha llegado el momento de detener su marcha, todo se acabó, no hay marcha atrás. ¿Odio? ¿Enemigos? ¿Tristeza? ¿Qué importa todo eso ahora?
Cuando la vida se va no vuelve, no hay marcha atrás. La muerte no es la solución a todos los problemas, si no una triste realidad que nos espera a todos al final de la vida algún día. ¿Qué sentido tiene aproximar más esa fecha? ¿De qué sirve autolesionarse? La vida es corta y muchas veces lo único que hacemos es hacernos daño a nosotros mismos cuando peor nos sentimos, ¡eso no tiene sentido alguno! ¡No va arreglar nada! Si algo no te gusta cámbialo, pero no huyas de ello. Si no puedes cambiarlo, combátelo, pero no te rindas. Todo se hace con esfuerzo, dedicación, ilusión, esperanza y, sobre todo, con ganas de vivir.
Track 4.
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