Había salido de casa nada más acabar de comer, me encontraba estresado y con bastante dolor de cabeza, más de lo normal. Fue por ello que había decidido dar un paseo por la ciudad, quizás así con el aire fresco podría lograr despejarme del todo. Aún así, iba con la cabeza agachada o, más bien, mirando al suelo de continuo sin levantar cabeza. Así pasó mi tarde, las horas habían corrido demasiado rápido y cuando me quise dar cuenta ya estaba oscureciendo y me encontraba en medio de una feria, ni siquiera me acordaba que eran las fiestas. Tanto ruido de repente me desconcertó un poco, por lo que me senté en uno de los bancos que estaban libres, al lado de una de las atracciones. En ese mismo instante entró en el recinto una joven vestida de unos piratas vaqueros y una ancha camiseta de color azul claro. Resaltaba su larga melena rubia y sus iluminados y brillantes ojos azules que mostraban una gran tranquilidad y calma, como el mar. La chica observaba su alrededor, aún pensando qué podría hacer, como si estuviese desorientada. Finalmente decidió comerse un perrito caliente, por lo que echó andar hacia uno de los carros. Mientras esperaba a que le tocara, seguía observando el lugar y el entorno que en ese momento le rodeaba. Después de haberse comprado su perrito, se dirigió a un banco cerca de la noria, donde de sentó y empezó a comer. Al notar mi presencia me saludó con un gesto con la cabeza, ya que supuse que estaba con la boca llena y no quería faltar los modales. La miré de forma algo extrañado ya que no la conocía de nada, pero a pesar de ello sonreí y le devolví el gesto del saludo.
Track 2.
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